Revista El Sábado

Rosario Gómez vive en una casa llena de ángeles, duendes, cuarzos y cascadas de agua. Tiene una gata que se llama Tomasa. Tomasa se cuela a la casita interior en donde Rosario ve todo lo que tiene relación con sus libros —Cuentos con Alma I y Cuentos con Alma II—. Hay velas, atrapasueños, piedras de colores y una música que parece grabada en el cielo. Un presente bien alternativo que no tiene mucho que ver con su pasado de alumna del Villa María.

La paz que irradia el lugar también se aprecia en Rosario, quien es menuda, con unos ojos parecidos a los de Björk y tiene 44 años. Ella no necesitó que su primer libro fuera publicado por una editorial para vender 16 mil ejemplares en un año y medio. Es más, hace poco se dio el lujo de rechazar una oferta que le hizo la editorial Random House para publicar sus libros.

Es que Rosario se ha convertido ella misma en su propio sello. En octubre pasado creó la "Editorial Por Un Mundo Mejor", como una forma de ordenar sus fenómenos de ventas.

—¿Cómo ha sido todo este proceso mágico?
Todo ha sido tan mágico. Mis libros no han tenido ninguna publicidad. Apenas concedí una entrevista, porque creo que uno no es lo importante, sino aquello que dicen los libros. Ha sido una opción. Lo mismo que autoeditarme, porque a mí, luego de lo bien que le fue a Cuentos con Alma I, me llamaron de una editorial importante (Random House) y les dije que no porque me di cuenta de que no me convenía.

—¿Qué tipo de cuentos pones en tus libros?
He puesto cuentos anónimos que he recopilado porque me han impactado en distintos momentos de mi vida. Ha sido bien impresionante también la respuesta que ha tenido en lolos y niños. Me contaban el caso de un niño de seis años que para el Día del Padre llegó con una cajita envuelta que no tenía nada. "¿Qué me regalaste?", le preguntó el papá. ‘Pero, papá, mira este cuento’. Y era el de la cajita llena de besos.

—¿Cómo es tu vida actualmente?
Tengo dos hijos que ya están en la universidad. Mi exmarido se encarga de costearles los estudios, mientras yo vivo de lo que la literatura me está dando. Antes ejercí como educadora de párvulos, tuve un negocio de artesanía y trabajé como ejecutiva en el Banco Santander.

—¿Qué planes tienes para futuro cercano?
Ahora estoy empeñada en sacar un tercer texto para fin de año y amaso la idea de, algún día, sacar un libro con cuentos propios, escritos de mi puño y letra.